Para algunos la vida es una curva progresiva en constante ascenso que llega a su clímax hacia los cuarenta y pico, en el mejor de los casos, y luego comienza a descender; esa percepción suele obedecer a las sociedades que sobrevaloran la juventud a expensas de la experiencia y la sabiduría.
El envejecimiento es un proceso orgánico y mental paulatino, natural que puede ser paleado si tomamos los correctivos a temprana edad, manteniendo un estilo de vida saludable que incluya buena alimentación, actividad física, cultivo del espíritu, desarrollo de la mente, actitud amorosa hacia si y lo demás.
Deberíamos entender desde muy jóvenes que la madurez es una fase de recolectar lo que hemos sembrado, por lo cual hay que prepararse y cuidarse bien para disfrutar del envejecimiento con gracias y ganar calidad de vida así como un lugar honroso en nuestras familias , ante nuestros colegas, amigos y en general en la sociedad.
En la medida que vamos viviendo y adquiriendo experiencia nos vamos enriqueciendo interiormente, puede ser que el exterior se comience a deteriorar, pero lo realmente importante se fortalece el espíritu y se amplia la compresión de lo humano y lo divino.
La llegada de los años es una bendición, es un regalo que debemos aceptar con autentica gratitud entendiendo que envejecer es el rumbo necesario e inexorable de la vida y asumirlo con dignidad.
La caida del cabello, las canas, las arrugas y la flacidez son sinónimo de vida y de transitar; y siempre tendremos a manos recursos comésticos, quirúrgicos, terapias de rejuvenecimiento, alimenticios y deportivos para corregir la apariencia y mantenernos en salud; pero la actitud es nuestra total responsabilidad.
La decisión es suya, escoja como envejecer por que si es afortunado(a) en llegar, pero lo que es cierto si permanece, es que algún día le llegara. “La Vejez”
El envejecimiento es un proceso orgánico y mental paulatino, natural que puede ser paleado si tomamos los correctivos a temprana edad, manteniendo un estilo de vida saludable que incluya buena alimentación, actividad física, cultivo del espíritu, desarrollo de la mente, actitud amorosa hacia si y lo demás.
Deberíamos entender desde muy jóvenes que la madurez es una fase de recolectar lo que hemos sembrado, por lo cual hay que prepararse y cuidarse bien para disfrutar del envejecimiento con gracias y ganar calidad de vida así como un lugar honroso en nuestras familias , ante nuestros colegas, amigos y en general en la sociedad.
En la medida que vamos viviendo y adquiriendo experiencia nos vamos enriqueciendo interiormente, puede ser que el exterior se comience a deteriorar, pero lo realmente importante se fortalece el espíritu y se amplia la compresión de lo humano y lo divino.
La llegada de los años es una bendición, es un regalo que debemos aceptar con autentica gratitud entendiendo que envejecer es el rumbo necesario e inexorable de la vida y asumirlo con dignidad.
La caida del cabello, las canas, las arrugas y la flacidez son sinónimo de vida y de transitar; y siempre tendremos a manos recursos comésticos, quirúrgicos, terapias de rejuvenecimiento, alimenticios y deportivos para corregir la apariencia y mantenernos en salud; pero la actitud es nuestra total responsabilidad.
La decisión es suya, escoja como envejecer por que si es afortunado(a) en llegar, pero lo que es cierto si permanece, es que algún día le llegara. “La Vejez”
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